Al mismo tiempo en que se escriben estas líneas de presentación para Economía Informa, se está produciendo un nuevo episodio candente de la crisis financiera global que está cumpliendo al menos 19 meses de vida. La fragmentación del banco global más grande del mundo Citigroup; los nuevos fondos para flotar al Bank of America y la posibilidad de que se retire del trato de adquisición de Merrill Lynch llevado a cabo hace casi nueve meses; la generalización del congelamiento de cuentas en los fondos de cobertura después de volúmenes nunca antes vistos de salidas; y el anuncio del UBS de cerrar las cuentas confidenciales, son solamente una muestra de los acontecimientos que están llenando las planas de los periódicos financieros en un solo día.
Todo ello son síntomas del agravamiento de la crisis, de los errores e incapacidades de las autoridades monetarias para frenarla, pero también del proceso de larga incubación de donde procede. En el curso de los últimos años las relaciones de financiamiento habían venido cambiado rápidamente, principalmente impulsadas por momentos de gran sobreendeudamiento, situación que procede de cambios abruptos en las condiciones de financiamiento, elevación de las tasas de interés y caída de los flujos de ingreso con descenso en la actividad económica.
Las sucesivas olas de expansión crediticia desregulada habían producido a su paso sobreendeudamiento y crisis financieras, con mayor o menor daño sobre los bancos e intermediarios financieros y rescates gubernamentales de diferente forma y magnitud. Ahí tenemos la crisis de los bancos de ahorro y préstamo en Estados Unidos, las sucesivas crisis de los años noventa iniciadas con México y que atravesaron incluso a los países emergentes exitosos del sudeste de Asia, pasando por Rusia, Brasil, las diversas crisis bancarias en Europa, en fin, toda una serie de episodios más locales o más internacionales que han caracterizado a los mercados financieros en los últimos más de treinta años. A cada nueva crisis financiera, proseguía una nueva etapa de expansión crediticia fundada en más en la especulación que en la elevación sostenida de las ganancias corporativas.
Al mismo tiempo en que los negocios financieros expanden y penetran crecientes y nuevos ámbitos de acción y generación de ganancias, los bancos e intermediarios financieros fueron fortaleciéndose y concentrándose. Un pequeño grupo de grandes consorcios bancario-financieros son dominantes en los mercados por casi todo el mundo.

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