Hipótesis y lineamientos

La historia intelectual, pretende trascender el mero análisis de una obra para comprender el lugar que ésta ocupa en la trayectoria de su autor y en el núcleo de discípulos, de manera que se puedan reconstruir los procesos que convergen en la producción intelectual y en los procesos de recepción e impacto en los círculos de lectores. Una perspectiva de este tipo, abre las puertas a una reflexividad crítica sobre la disciplina, en este caso, la economía, al permitir matizar imágenes canónicas de autores que ha legado una tradición historiográfica.

Para este proyecto, cobrará particular relevancia la noción de redes intelectuales, entendida como conjunto de profesionales personas con inquietudes intelectuales y con propósitos mancomunados que se reúnen en aras de un trabajo intelectual profundo. Pensar desde la noción de red es hacerlo desde la pluralidad de experiencias, máxime cuando se trata de la reconstrucción del pensamiento económico. Para entender la gestación y desarrollo de una onda en el pensamiento, observa Devés, es importante comprender cómo ésta se expande y de qué manera se va configurando un clima de ideas que convierte a en predominante a un núcleo de propuestas (Devés, 1999). La noción de red, en este sentido, permite, revisar conceptos, períodos y generaciones en un intento por reconstruir y explicar las pervivencias de climas intelectuales, sobre todo en espacios institucionales de robusta tradición.

Las formas de articulación y organización social cobran relevancia en la medida que se transita de ser “objeto” para ser “sujeto” de la historia. De igual modo, la red social deja de ser un “ítem”, para convertirse en la unidad central de análisis, ya que a través de las relaciones laborales es posible observar “la organización básica de los actores sociales (profesionistas de la economía) y de su influencia en el ordenamiento de la producción, el trabajo, el mercado y las instituciones.

La vida laboral vincula a los “actores sociales en dinámicas y procesos históricos” como señala Imízcoz (2001). La riqueza de esta forma de análisis no debe pasarse por alto, ya que en vez de interpretaciones macro-sociales, la multiplicidad de vínculos minúsculos entre un par, o varios actores induce a formular hitos que permiten entender las relaciones que se producen en cualquier sociedad y tiempo. Michel Bertrand (1999) trabaja sobre estos lineamientos, pero señala que la metodología se debe ceñir a la identificación y estudio tanto de individuos como de conjuntos sociales con ciertas características de homogeneidad, que los identifican entre sí y dan coherencia al grupo.

La unidad social ontológica más simple, como señala Georg Simmel (1950), no puede ser un individuo aislado, sino las relaciones que establece por lo menos con otro individuo, ya que para entender la influencia de los economistas de la UNAM el estrés debe estar puesto en las interacciones que se vuelven concretas cuando los economistas coadyuvan en sus carreras profesionales, de otro modo, las formas de relación pueden existir en forma micro, entre dos individuos como mínimo, por ejemplo en las relaciones personales, amistad y compadrazgo, o en forma macro como grupos de trabajo, los vínculos que se observan en la composición de las grupos, asociaciones, los gabinetes o directorados. Por estas características el enfoque de análisis de redes se convierte en un vehículo de estudio importante para discernir diversos aspectos de la vida profesional de ex-alumnos de la Escuela Nacional de Economía.

La academia y los ámbitos profesionales de la economía registran en el paso de las generaciones un deterioro de las habilidades lingüísticas para la producción escrita y para la redacción de textos especializados en esta disciplina, lo que no sólo aleja a los estudiantes, egresados y profesionales del horizonte de las humanidades en que por definición y por vocación se inscribe la economía, sino que también limita el desarrollo de sus habilidades intelectuales en general. En nuestra investigación se analizará la complejidad lingüística del discurso de los profesionales de la economía como expresión de las transformaciones intelectuales de la disciplina y de su formalización en conocimientos especializados, profesionalizantes de un saber específico.